opinión

Verifactu se acerca: lo que el canal aún no entiende (y debe resolver ya)



Dirección copiada

Por Isabel Nogales, country manager de Fiskaly

Publicado el 24 nov 2025



Isabel Nogales, country manager de Fiskaly en Iberia
Isabel Nogales, country manager de Fiskaly en Iberia

La digitalización fiscal en España está viviendo un momento clave. Verifactu, como parte de la «Ley Antifraude», no es solo una norma más. Va a cambiar de raíz la manera en la que empresas y profesionales emiten, gestionan y reportan su facturación. Y este cambio, lejos de ser teórico, afectará al día a día de miles de negocios en cuestión de semanas.

Verifactu: ¿qué implica y por qué es relevante para el canal?

Verifactu es el nuevo sistema impulsado por la Agencia Tributaria para garantizar la integridad, trazabilidad y transparencia de las facturas. Su objetivo es combatir el fraude fiscal y asegurar que cada factura emitida sea auténtica, inalterable y esté debidamente registrada. La normativa exige que los sistemas de facturación estén conectados con la AEAT, permitiendo la transmisión automática y segura de los datos.

Pero más allá de sus requisitos técnicos, Verifactu marca un antes y un después: digitalizarse ya no será opcional. Los sistemas de facturación tendrán que adaptarse y las empresas, sobre todo pymes y autónomos, deberán revisar si sus herramientas actuales cumplen o si necesitan migrar a soluciones fiables. Se acabó borrar facturas, modificar registros o seguir métodos manuales sin soporte técnico sólido. Esto obligará a miles de negocios a replantear su forma de trabajar.

La realidad del mercado: demasiada información, poca claridad

La adaptación a Verifactu no está siendo sencilla. El mercado está saturado de información, pero no siempre es correcta, clara o actualizada. A pocos días de la obligatoriedad, siguen existiendo dudas legales y técnicas fundamentales, especialmente entre quienes deben tomar decisiones urgentes: desarrolladores de software, partners tecnológicos, pymes y autónomos.

En Fiskaly vemos diariamente que aún existe mucha confusión: requisitos técnicos mal interpretados, plazos desconocidos, dudas sobre cómo cambiarán los procesos de facturación y, sobre todo, miedo a cometer errores que deriven en sanciones. Por eso, para enfrentarse a este nuevo escenario, es crucial contar con un partner que aporte claridad, soporte experto y experiencia real en fiscalidad.


Algunas de las cuestiones más frecuentes que resolvemos son:

¿De verdad me va a afectar Verifactu? Seguro que cambian los plazos… puedo esperar un poco más, ¿no?

Esta es, sin duda, una de las creencias más extendidas entre empresas y autónomos. Pero la realidad es clara: sí, Verifactu te afectará si facturas menos de 6 millones de euros anuales, y emites facturas mediante un sistema informático, independientemente de tu sector. Si usas un software, un TPV, un ERP o cualquier herramienta digital para emitir tickets o facturas, estarás obligado a cumplir.
Respecto a los plazos, es importante insistir: no hay señales de que vayan a modificarse. La AEAT ha sido contundente en sus comunicaciones y el calendario está fijado en el Real Decreto:
1 de enero de 2026: empresas.
1 de julio de 2026: profesionales y autónomos.

Confiar en un posible retraso puede traducirse en sanciones importantes y, sobre todo, en prisas de última hora que complican la adaptación. La integración no es inmediata, requiere pruebas, validación y garantizar que el sistema funciona sin errores. Por eso, nuestra recomendación es clara: no esperar. Prepararse ahora evita contratiempos, asegura continuidad operativa y permite cumplir con todas las garantías.

¿Qué pasa con los autónomos?

La confusión es aún mayor. Da igual si facturan en módulos, en estimación directa, desde un TPV o con varios puntos de venta. Si emiten facturas mediante un sistema informático, deberán cumplir con Verifactu. Cada vez más autónomos buscan soluciones sencillas, compatibles con su actividad y fáciles de activar.

¿Cómo elegir un software compatible con Verifactu?

Esta pregunta se repite constantemente. La recomendación es clara: elegir proveedores que ofrezcan soporte técnico sólido, que cumplan con la declaración responsable, que garanticen integraciones sencillas y que acompañen durante todo el proceso de adaptación. Un software sin soporte ni actualizaciones puede convertirse en un riesgo para el negocio.

Artículos relacionados