Cuando un gigante de la informática anuncia malos resultados suele ser por dos motivos no haber gestionado bien sus cuentas o estar influido por el mercado. El último en sentir en sus carnes los problemas que esto conlleva ha sido Intel, quien ha anunciado que sus ventas para el tercer trimestre del año serán más bajas de lo esperado, y sus directivos no han tardado en achacar este déficit a la baja demanda existente en Europa. En el segundo trimestre, Intel superó las estimaciones de los analistas, con unos ingresos de 3.500 millones de dólares, unos 683.270 millones de peseta, y unas ventas de 8.300 millones de dólares (1,62 billones de pesetas). Sin embargo, el tercer trimestre no ha sido así, y la compañía espera obtener 8.500 millones de dólares en ventas, sólo un 3 por ciento más que en el anterior periodo.
Los motivos hasta el momento están muy ligados a los problemas que están azotando a la economía europea, afectada por la subida del petróleo y la debilidad del euro. Sean Maloney, vicepresidente y director de ventas y marketing de Intel señaló que a pesar de la baja demanda en Europa, esto no les iba a hacer cambiar sus planes. Este anuncio transmitió cierta alarma a los mercados financieros, sobre todo al índice Nasdaq, que reaccionó con una depreciación en el valor de las acciones del fabricante, y que provocó una reacción en cadena, arrastrando a muchos de los valores tecnológicos de este mercado, como es el caso de Dell, que cayó en un 12 por ciento.
Entre los valores más afectados por el pánico de los inversores, figuraban otras empresas de semiconductores como Applied Materials, Microsoft o Cisco. Incluso AMD, uno de los principales rivales de Intel, también se vio afectado por este hecho en la caída de sus acciones.
Los analistas se muestran divididos. Mientras que algunos creen que los problemas de la industria informática no han hecho más que empezar ante la posibilidad de que los beneficios empresariales se desaceleren debido a la esperada ralentización del crecimiento de la economía norteamericana, otros consideran que el problema afecta exclusivamente a Intel.