Intel facturó un 8% en el primer trimestre del año. En concreto, el gigante de los procesadores alcanzó en el periodo unas ventas de 14.800 millones de dólares. Sin embargo, el beneficio operativo de la compañía se disparó hasta los 3.600 millones, un 40% más. Lo mismo sucedió con el beneficio neto, que se situó en 3.000 millones de dólares, una cifra un 45% superior a la conseguida por la multinacional en el mismo periodo de 2016.
«El primer trimestre del año fue otro periodo de record. Hemos seguido creciendo, hemos lanzado nuestra tecnología disruptiva de memoria Optane y hemos situado a Intel para liderar áreas como la inteligencia artificial y el coche autónomo», ha comentado Brian Krzanich, CEO de la compañía. Los resultados de Intel en el trimestre también confirman que los peores momentos para el mercado PC han pasado y que incluso empieza a repuntar. Y es que el Client Computing Group, la división de negocio que comercializa chips para ordenadores, creció en el periodo un 6%, hasta totalizar unos ingresos de 8.000 millones de dólares.
También continuó al alza el negocio de centro de datos, que creció en Intel un 6% y le reportó unos ingresos de 4.200 millones. Sin embargo, fueron los negocios más marginales los que, sin embargo, más crecieron en el primer trimestre del año. En concreto, el IoT avanzó un 11% y generó unos ingresos de 721 millones de euros. Mientras tanto, la unidad de memorias creció nada menos que un 55% y reportó 866 millones de dólares. La fuerte demanda de estos componentes está produciendo una subida de precios significativa e Intel no es ajena a esta inflación. Por último, no le fueron tan bien las cosas al negocio de seguridad, que se ha vuelto a escindir de Intel y ha recuperado su antigua denominación de McAfee. En concreto, las ventas de soluciones de seguridad cayeron un 1%, hasta los 534 millones de dólares.
