A pesar de la crisis económica que vivió en 2004, Maxtor comienza a levantar cabeza. Después de renovar su cúpula directiva en noviembre del año pasado por importantes pérdidas económicas su meta es volver a conseguir la rentabilidad. Y pretende hacerlo gracias a tres medidas. La primera de ellas es conseguir que la fabricación de sus productos sea más sencilla, la segunda, trasladando parte de su producción se Singapur a China (los costes son menores) y, por último, recortando la plantilla de Estados Unidos en 200 personas y la de Singapur en 5.000 (muchos de estos puestos se trasladarán a China). Los resultados del cambio ya comienzan a notarse. El tercer trimestre del 2004 se cerró con unos ingresos de 927 millones de dólares y unas pérdidas de 58 millones de dólares, mientras que el último trimestre del año las pérdidas se han reducido a 33 millones y la facturación subió hasta los 1.000 millones de dólares.
Maxtor tiene ahora las vistas puestas en la electrónica de consumo, un mercado incipiente para el almacenamiento (MP3, teléfonos móviles, portátiles o dispositivos fotográficos). Los discos duros de menos de 2,5 pulgadas (de los que se venderán más de 228 millones de unidades en todo el mundo) y los productos para el mercado de las pequeñas oficinas y las redes domésticas (con su solución Shared Storage) serán claves para los futuros resultados de la compañía.
El fabricante de dispositivos de almacenamiento tiene una cuota del 30% del mercado y vende más de un millón de unidades de discos duros a la semana. Su negocio está formado por cuatro canales: OEM globales, OEM locales, canal de distribución y retail.


