Pese a ser un entusiasta admirador de los Genios del Renacimiento, esos maestros de todas las artes y ciencias, debo reconocer que siempre he pensado en la Humanidad saliendo de las cavernas hacia la Civilización gracias a la especialización. Defiendo por ello la distribución IT especializada, como el paradigma del valor. Esta Cuarta Revolución Industrial, a diferencia de las tres anteriores, que venían caracterizadas cada una de ellas por una única disrupción tecnológica (máquina de vapor, electricidad y computación, respectivamente), tiene la particularidad de ser el resultado de la confluencia simultánea de múltiples tecnologías.
Esta excepcional peculiaridad es responsable de una aceleración exponencial, dando lugar a una velocidad de cambio jamás conocida por la Humanidad. Inteligencia Artificial, Cloud y Edge Computing, Computación Cuántica, Big Data, Analytics, Blockchain, RPA, Robotización, Procesamiento de Lenguaje Natural, IoT, Realidad Digitalmente Extendida, Fabricación Aditiva, Gemelos Digitales, Nanotecnología, Ciberseguridad…
“Hemos asistido a una transformación de los mayoristas generalistas en una sinfonía de especialidades”
Tal cantidad y variedad de piezas impide que la inmensa mayoría de integradores puedan contar en su estructura con todas las habilidades necesarias para construir la solución completa que los clientes demandan. Sin duda, el Renacimiento fue una excepcionalidad histórica difícilmente repetible.
Se busca ayuda en la “coopetencia” entre empresas (colaborar en unos proyectos y competir entre otros). Pero tal colaboración entre competidores se hace siempre desde la máxima desconfianza. El mayorista, por su carácter neutro, jamás jugador en terreno del usuario final, salvo en apoyo y ayuda de su canal, es el socio más confiable. El aprovechamiento de economías de escala hace, además, posible y rentable el mantenimiento de potentes estructuras de recursos especializados por tecnologías.
Ese ha sido el modelo por el que, desde Ingram Micro, hemos apostado, desplegando unidades de negocio especializadas en Datacenter, en Ciberseguridad, en Comunicaciones Unificadas y Colaboración, en IoT, en Audio y Video Profesional, en Identificación Automática, en modelos XaaS… Con las máximas certificaciones y capacidades en preventa, en consultoría tecnológica, en consultoría financiera, en configuración, despliegue y puesta en marcha, en formación de usuarios, en generación de de demanda… Y todo ello en un modelo de colaboración a éxito con el canal. Sin cobrar por unos servicios que se rentabilizan en el suministro del producto si el proyecto se gana.
Para maximizar el aprovechamiento de las economías de escala indicadas, y para poder contar también con una suma de especialidades lo más amplia posible, que cubra todas las necesidades del integrador en un modelo “one-stop-shop”, el tamaño, sin duda, importa. Por ello, hemos asistido a una fuerte concentración de la distribución IT, y una transformación de los mayoristas generalistas en una sinfonía de especialidades. Esta nueva especie de la distribución tiene ahora el reto de liderar, en la nueva economía de ecosistemas orientados a propósito, su comunidad de fabricantes y canal, convirtiéndose en un “integrador de integradores”, que lleve a la Humanidad hacia un nuevo Renacimiento Tecnológico.