Nunca me hubiera imaginado la enorme dificultad de localizar un distribuidor próximo a mi domicilio que me arreglara el netbook o, por lo menos, me diera un presupuesto de la posible reparación. Por la zona en la que vivo proliferan como setas las pequeñas tiendas de barrio dedicadas casi exclusivamente a la comercialización de consumibles compatibles, pero ni rastro de empresas especializadas en la reparación de ordenadores. Antes tenía localizado uno en un local semiescondido sin nombre ni rótulo visible que más parecía dedicarse a una actividad ilegal o de contrabando que a la inocua labor de arreglar equipos.
A la vista del poco éxito cosechado en mi labor de búsqueda he decidido valorar las sugerencias de amigos que siempre apuestan por una solución poco fiable: ponerte en manos de algún colega que destripa ordenadores y se saca unas pelillas en su tiempo libre. También estoy sopesando otras recomendaciones de conocidos que hablan maravillas del servicio técnico de algunos establecimientos donde consiguieron no sólo reparar sus PC, sino también aumentar la capacidad del disco duro e instalar no se cuantas aplicaciones, programas y juegos por tres pesetas y media. Lástima que dichos establecimientos estén tan sólo a 60 kilómetros de mi domicilio o que su práctica profesional sea cuanto menos dudosa. Lástima…
Otra opción interesante es acudir a alguna de las grandes cadenas de retail donde se anuncia la reparación de ordenadores a coste reducido. Sin embargo no me he decidido por el momento debido al alto volumen de reclamaciones y quejas de usuarios insatisfechos que aparecen en los foros de Internet.
He probado hasta con el administrador de sistemas de mi empresa que, como es lógico, me ha dicho que no tiene tiempo de dedicarse a reparar ordenadores de consumo. Así que tengo la sensación de que voy a tirar la toalla, dar por difunto a mí querido netbook y apostar por el nuevo regalo que me han traído los Reyes Magos. ¿Averiguan qué es?