PcComponentes confirma que un 79% de los gamers son mayores de 35 años, profesionales en activo y que dedican una media de una o dos horas de media al juego. Su perfil se aleja del estereotipo de adolescente aislado que juega durante horas en soledad como vía de escape. Aunque el informe no desvela si la mayoría son varones, la tendencia de los últimos años confirma también una progresiva incorporación de mujeres como jugadoras.
Lejos de ser un pasatiempo menor, los videojuegos se consolidan como la forma de ocio preferida para el 80,5% de los gamers, superando en más de nueve puntos la cifra registrada el año anterior. Para muchos, el juego se ha convertido en una herramienta de desconexión emocional, ya que el 47% afirma que recurre a ellos como vía de escape frente al estrés diario.
“Durante los 20 años que llevamos acompañando y escuchando a los jugadores de videojuegos de nuestro país, hemos vivido desde cerca cómo el gaming se ha integrado de forma natural en la vida adulta. Cada vez son más los jugadores que compaginan esta afición con sus responsabilidades personales y profesionales, y eso es algo que percibimos día a día y que confirma ahora la quinta edición de nuestra Radiografía del Gaming.” señala Eugenio Pérez, responsable de marca y PR de PcComponentes».
El gaming se consolida como una actividad con impacto real en el desarrollo personal, ya que el 94,5% de los gamers asegura que jugar ha mejorado alguna de sus habilidades, especialmente la lógica (46,1%), la toma de decisiones (43,3%) o la comprensión de idiomas (34%). Además, uno de cada cuatro lo considera un estímulo intelectual que pone a prueba su destreza y agilidad mental.
A esta dimensión formativa se suma una fuerte fidelización. El 57% lleva más de diez años jugando y el 71,6% prevé seguir haciéndolo en la próxima década, lo que confirma el arraigo del gaming en la vida adulta y su papel como fenómeno cultural con largo recorrido.
Ordenador, consola o móvil
Esta evolución del perfil del jugador también se refleja en sus preferencias tecnológicas y hábitos de consumo, que han ido adaptándose a una mayor variedad de dispositivos y estilos de vida.
En lo que respecta a dispositivos, ordenador y consola siguen disputándose el liderazgo como las plataformas preferidas para jugar, con un 55% de los gamers decantándose por el ordenador y un 49,6% por la consola. Lo más llamativo es el crecimiento del juego en smartphone o tablet, que ya alcanza al 42% de los jugadores, frente al 34% del año anterior. Este tipo de dispositivos resulta especialmente popular entre los jugadores de 55 a 64 años (50%), lo que refleja cómo el gaming se ha extendido a todas las edades, con una creciente preferencia por opciones móviles y accesibles entre los perfiles más veteranos.
La inversión en gaming y la frecuencia de renovación del equipo se mantienen en una línea continuista, aunque con algunos matices interesantes. Más de la mitad de los jugadores (56%) actualiza al menos un componente de su set up cada año, aunque la mayoría lo hace solo cuando el hardware falla.
No obstante, los auriculares (27%), mandos (24%), placas base o tarjetas gráficas (24%) se renuevan con mayor frecuencia. En el proceso de decisión de compra, los gamers priorizan cada vez más variables propias de un entorno de retail especializado, donde el asesoramiento técnico cualificado y un servicio postventa fiable se consolidan como elementos diferenciales para un 20% de los usuarios.
Respecto a la inversión, ocho de cada diez jugadores planean gastar hasta 500 euros en productos relacionados con su afición el próximo año y un 6,5% planea invertir más de 900 euros en los próximos meses, reforzando el potencial del mercado de hardware de alta gama y consolas de nueva generación.