El usuario español comienza a mentalizarse acerca de los efectos negativos de la copia ilegal de software. Esa es la principal lectura que se desprende del estudio elaborado por IDC para la BSA, según el cual el índice de software ilegal en España se mantiene en el porcentaje del 42%, el mismo del año anterior, a pesar de arreciar la crisis económica.
Con todo, los representantes de la BSA no se sienten satisfechos con los niveles en los que se mantiene España. Máxime ahora que el Gobierno está impulsando medidas dirigidas a recortar gastos y reducir el déficit público y que pueden implicar un retroceso en el apoyo a la industria de tecnologías de la información. “La desaparición de la dirección general para la sociedad de la información (Setsi) es un mazazo y representa un paso atrás en la estrategia de acercarnos a Europa y promover la recuperación”. Así se manifiesta Luis Frutos, presidente del comité español de la BSA, quien también reconoce que como consecuencia de este plan de ajustes todavía no se conocen los plazos ni los fondos previstos para poner en marcha la III campaña de software 100% legal, desarrollada en colaboración con la Administración.   IDC estima que por cada 100 dólares de venta de software, hubo otros 75 dólares de software pirata. Este es un tema que afecta realmente a los ingresos de la industria, como lo demuestra que la reducción de piratería puede tener importantes beneficios económicos. Así, de acuerdo a los datos facilitados por la BSA en España, si el índice de piratería se redujera diez puntos durante los próximos diez años los ingresos del sector podrían aumentar en más de 1.900 millones de euros y el empleo podría aumentar en más de 6.000 puestos de trabajo.   Según afirma Txema Arnedo, en España trabajan cerca de 12.000 empresas del sector TIC que se verían muy beneficiadas con la reducción de software ilegal. Afortunadamente la empresa española parece concienciarse cada vez más de la necesidad de legalizar sus activos de software, algo que todavía no entiende el consumidor doméstico. El canal, por su parte pieza clave en la tarea de sensibilizar a los usuarios sobre los perjuicios de esta lacra, también ha hecho limpieza en su casa y en los últimos tiempos ha conseguido reducir hasta el 25% la cifra de firmas que ofrecen programas ilegales.
</strong>Los miembros de la BSA en España consideran que <strong>el diferente poder adquisitivo de los países europeos no justifica el mayor o menor índice de copia ilegal en cada uno de los Estados miembros</strong>. “En Suecia tienen unos salarios más altos que en España pero también saben que deben pagar por el ‘software’ al igual que pagan sus impuestos”, matiza al respecto Txema Arnedo, quien se ratifica en la idea de que <strong>es una cuestión de cultura empresarial y mentalización</strong>. De la misma opinión se manifiesta Alfons Sort, miembro del comité de la BSA, según el cual el <strong>40% de los empresarios españoles siguen sin ver las ventajas al uso de <em>software</em></strong> legal, lo que demuestra que queda mucho camino por recorrer para concienciar a los usuarios”. Aunque en los últimos tiempos el precio del software se ha reducido ligeramente, los directivos no creen que un descenso en el coste contribuyera a reducir el ratio de piratería. <br />




